NUEVO ESPACIO PARA COMPARTIR

En esta foto se ven las montañas "abriendo sus puertas" para que entre la ruta y el río juntos al pueblo, quizás el más lindo de la Argentina, colgado al pie de esa piedra impresionante que es el cerro Fitz Roy.
Ese pueblo que nos invita a pasar es El Chaltén, en la patagónica Santa Cruz.
Esta página, es como esa puerta, que permite mirar en el lugar en que subo algunas de las cosas de mi archivo personal, que me acompaña a todas partes. La mayor parte de ellas, pertenecen a otra gente; otras, las menos, son propias.
Algunas, a algunos cercanos a mi vida, a mis afectos. A una parte de ellas, algunos hábiles talentosos les han puesto música.
Otras no la precisan.
Seguiré buscando y subiendo otras cosas por allí, nuevas y no tanto, las que de a poco se irán haciendo mías también.
Espero que las disfruten tanto como las disfruto yo.
Y si quieren subir algún comentario, será bienvenido..!
(rt)




jueves, febrero 03, 2011

Y NOS DIERON LAS DIEZ, de Joaquín Sabina

Fue en un pueblo con mar una noche después de un concierto; tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto
-"Cántame una canción al oído, y te pongo un cubata"-
-"Con una condición:que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"-
Loco por conocer los secretos de su dormitorio
esa noche canté al piano del amanecer todo mi repertorio.

Los clientes del bar uno a uno se fueron marchando.
Tú saliste a cerrar, yo me dije:
"Cuidado, chaval, te estás enamorando",
Luego todo pasó de repente, su dedo en mi espalda
dibujó un corazón, y mi mano le correspondió debajo de su falda;
caminito al hostal nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar, yo quería dormir contigo
y tú no querías dormir sola...

Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres y desnudos al anochecer nos encontró la luna.

Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos,
el verano acabó el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,
y a tu pueblo el azar otra vez el verano siguiente me llevó,
y al final del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no halle quien de ti me dijera ni media palabra,
parecía como si me quisiera gastar el destino una broma macabra.

No había nadie detrás de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu bar, me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano.
Tu memoria vengué a pedradas contra los cristales,
-"Se que no lo soñé"- protestaba mientras me esposaban los municipales
En mi declaración alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario