NUEVO ESPACIO PARA COMPARTIR

En esta foto se ven las montañas "abriendo sus puertas" para que entre la ruta y el río juntos al pueblo, quizás el más lindo de la Argentina, colgado al pie de esa piedra impresionante que es el cerro Fitz Roy.
Ese pueblo que nos invita a pasar es El Chaltén, en la patagónica Santa Cruz.
Esta página, es como esa puerta, que permite mirar en el lugar en que subo algunas de las cosas de mi archivo personal, que me acompaña a todas partes. La mayor parte de ellas, pertenecen a otra gente; otras, las menos, son propias.
Algunas, a algunos cercanos a mi vida, a mis afectos. A una parte de ellas, algunos hábiles talentosos les han puesto música.
Otras no la precisan.
Seguiré buscando y subiendo otras cosas por allí, nuevas y no tanto, las que de a poco se irán haciendo mías también.
Espero que las disfruten tanto como las disfruto yo.
Y si quieren subir algún comentario, será bienvenido..!
(rt)




jueves, febrero 03, 2011

VOLVER A LOS DIECISITE, de Violeta Parra

Volver a los diecisiete, después de vivir un siglo, es como descifrar signos sin ser sabio competente,
volver a ser de repente tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo, como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo en este instante fecundo.

Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando, como el musguito en la piedra.
Ay si si si...

Mi paso retrocedido cuando el de ustedes avanza,
el arco de las alianzas ha penetrado en mi nido,
con todo su colorido se ha paseado por mis venas
y hasta las duras cadenas con que nos ata el destino
es como un diamante fino que alumbra mi alma serena.

Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber,
ni el mas claro proceder, ni el más ancho pensamiento,
todo lo cambia el momento, cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente de rencores y violencias,
sólo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes.

El amor es torbellino de pureza original,
hasta el feroz animal susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño lo vuelve puro y sincero.

De par en par la ventana se abrió, como por encanto,
entró el amor con su manto, como una tibia mañana,
al son de su bella diana hizo brotar el jazmln,
volando cual serafín al cielo le puso aretes,
y mis años, en diecisiete, los convirtió el querubín.

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