NUEVO ESPACIO PARA COMPARTIR

En esta foto se ven las montañas "abriendo sus puertas" para que entre la ruta y el río juntos al pueblo, quizás el más lindo de la Argentina, colgado al pie de esa piedra impresionante que es el cerro Fitz Roy.
Ese pueblo que nos invita a pasar es El Chaltén, en la patagónica Santa Cruz.
Esta página, es como esa puerta, que permite mirar en el lugar en que subo algunas de las cosas de mi archivo personal, que me acompaña a todas partes. La mayor parte de ellas, pertenecen a otra gente; otras, las menos, son propias.
Algunas, a algunos cercanos a mi vida, a mis afectos. A una parte de ellas, algunos hábiles talentosos les han puesto música.
Otras no la precisan.
Seguiré buscando y subiendo otras cosas por allí, nuevas y no tanto, las que de a poco se irán haciendo mías también.
Espero que las disfruten tanto como las disfruto yo.
Y si quieren subir algún comentario, será bienvenido..!
(rt)




viernes, septiembre 17, 2010

Leopoldo Abadía (autor de "La crisis Ninja") dice en un artículo de su autoría:

“Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos. Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación. En muchas conferencias, se levanta una señora (esto es pregunta de señoras) y dice esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?" Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido: "¡y a mí, ¿qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reúno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz.
Y me exigieron mucho. Pero ¿qué mundo me dejaron?
Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización

Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro. ¿Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? ¡Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.
Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos, y los hijos de ese señor que me ha escrito, y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales.
Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno. Y harán negocios sanos. Y si son capitalistas, demostrarán con sus hechos que el capitalismo es sano. (Si son mala gente, demostrarán con sus hechos que el capitalismo es sano, pero que ellos son unos sinvergüenzas.)
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación: que sepan distinguir el bien del mal, que no digan que todo vale, que piensen en los demás, que sean generosos. En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran...
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos le íbamos a dejar a este mundo.
A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar.
Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos SON COSA SUYA, y de que si salen bien la responsabilidad es un 97% suya, y si salen mal TAMBIÉN, no arreglaremos las cosas.
Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres.
Sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO.
Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.

P.S.
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías, y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.

LA AVENTURA DEL CONOCIMIENTO Y EL APRENDIZAJE

La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces. En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos.

En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez: "....haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos....."

Quizá se supriman algunos... detalles. ¿Qué detalles? Desconfío. Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad. Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas.
Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios.

¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios.
A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número. Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las "señoritas livianas", los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros.
Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio.

Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando "Desde el Alma" sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro.
Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa.
Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente.
Gane mucho "vento" sin esfuerzo ninguno.

No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable.
¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!

El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. "Nunca termina uno de aprender" reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto.

Los cursos que no se dictan

Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante. El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari. Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. "Olvide hoy, pague mañana". Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente.
Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.
Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los "sistemas para enseñar lo que es bueno", "a respetar, quién es uno", etc.
Todos estos cursos comienzan con la frase "Yo te voy a enseñar" y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes.

Elogio de la ignorancia

Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego. Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba.

Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida.
De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda.
Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo.

"Aprenda a tocar la flauta en 100 años".
"Aprenda a vivir durante toda la vida".
"Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje"

ALEJANDRO DOLINA

INSTRUCCIONES PARA ELEGIR EN UN PICADO - Alejandro Dolina

Cuando un grupo de amigos no enrolados en un equipo se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integraran los dos bandos.
Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros.
Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han comprendido el contenido dramático de estos lances.
El hombre que esta esperando ser elegido, vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan.
Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo.
A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez mas demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que no siempre sus decisiones recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de no sé qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que lo en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban mas cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico.
Uno juega mejor con sus amigos.
Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán.
Un equipo de hombres que se respetan y se quieren, es invencible.

Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.

Alejandro Dolina
Apuntes del futbol en Flores, del libro “Crónicas del Angel Gris”

HAITÍ: LA MALDICIÓN BLANCA - Eduardo Galeano

El primer día de este año 2004, la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide.

Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud. Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo. Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.

Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del África. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos.

De la maldición blanca, no se habló. La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado: –¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias? –El anterior. –Pues, que se restablezca. Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados.

Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos. A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad. Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.

En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854. En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.

La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo. Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años.

Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza.

Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.
Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.

Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional. En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso. Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes.

En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares. Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

¿La Argentina es un pasado o un país? Witold Gombrovicz, 1963

Se acaba la campaña política. El estruendo publicitario no pudo ocultar el silencio de debate y propuestas. Aunque se trate de una instancia legislativa, lo que hoy está en juego es el voto de desconfianza ante la grotesca conducción gubernamental, de un consorte todopoderoso y de una presidenta fantasmal, casi virtual en lo que hace a la decisión de los problemas nacionales.
La mayoría electoral siente que la extraña pareja está siendo abandonada por los dioses antárticos que los elevaron adonde nunca debieron estar. Los argentinos sentimos que esta vez no somos víctimas solamente de la mala política o de una deshonesta administración, como tantas veces, sino de una sorpresiva irrupción de psicopatología política. Ya no es un problema de ineptitud ni de lógicas erradas. Estamos más allá, en el absurdo.
Primero se dejaron de respetar las instituciones: la Iglesia, las Fuerzas Armadas, las fuerzas policiales y judiciales, garantes del orden público. ¡QUÉ HIJO DE PUTA!
Enseguida sobrevino la suicida demolición de la fuerza productora más eficaz en esta crisis mundial, que es la del campo, con toda la vasta red de intereses colaterales, esa trama de vitalidad y existencia que va mucho más allá del esquema exclusivamente económico. Y ahora está en jaque el poder industrial, con la invasión de empresas a partir de los fondos tomados a las AFJP.
Tal vez, como lo afirmó una candidata, se lleva al campo a la desesperación, creando un mercado de precio bajo para acumular miles de hectáreas y consolidar un enorme fideicomiso exportador de primera importancia mundial.
K es más bien un leninista aficionado, suburbano y tenaz. Acapara los "medios de producción" con sus amigos (tierras, empresas intervenidas, sistema financiero, telecomunicaciones, minería), pero su fin no es la creación de un socialismo, sino de un sistema económico similar al de una gigantesca corporación. No quiere ser Lenin, sino alguien como Slim. (¿Quién es?) Parece que quisiera un superpoder económico personal y dejar la economía por encima de la política. Es un delirio de supercapitalista. De un Rockefeller de las pampas. ACÁ COINCIDO. . . .
Pero la crisis se le adelantó a su adelantamiento de las elecciones de octubre. Como un conspirador ingenuo, la bomba le estalló entre las manos antes de tiempo.
Aunque parezca extraño, su verdadero designio era el de un capitalista (¿ERA?) empedernido. Y no se cumplió su sueño, (¿NO SE CUMPLIÓ?) pero nos quedaron realidades de pesadilla.
Todos nosotros estamos inmóviles, en una democracia (¿DEMOCRACIA SIN PARTIDOS? ES UNA IDEOLOGÍA MILICA) secuestrada.
Por eso estas elecciones conllevan una esperanza de renacimiento. (¿CUÁL?)
Somos, internacionalmente, un mamarracho. Un país perturbador, agresivo. ¿Está loco? Un país rico que juega a la miserabilización (pero en el que se enriquecen amoralmente sus dirigentes). Nadie puede entender nuestra autodestrucción. Tomamos nota en exclamaciones tele periodísticas cotidianas, pero seguimos inmóviles, sin poder actuar, paralizados por el ángel extermina-dor de Buñuel. (ESTE SE VOLÓ CON EL ÁNGEL. . . . . . . . . . . . ¡OJALA LO EXTERMINE A ÉL!)
Alfonsín dijo que con la democracia se vive, se come y se educa. Pero su democracia impotente (¿y quienes más?) llevó (LLEVARON) a su gobierno a una hiperinflación monstruosa y tuvo que abandonar el poder anticipadamente. Ahora, en esta descarada seudo democracia K, se roba, se padece pobre-za y hambre para un tercio de la población y los padres de familia pueden morir asesinados por chicos que les vacían el cargador con los ojos un-blados por el paco que todas las madres angustiadas saben dónde se vende (pero no los fiscales, los policías ni los intendentes). ACÁ COIN-CIDO. . . .
No basta lo que los argentinos creen que es democracia. Se necesita coraje (¿solamente? ¡Qué fácil!) para gobernar y enfrentar el mal y la infamia. Los asesinos de ayer, en un verdadero triunfo gramsciano a través de la ambigüedad y el culpismo ideológico de Kirchner, lograron que hoy no haya policía actuante, como en todos los países del mundo. El policía sale a la calle con más temor a tener un proceso y un castigo administrativo que los jóvenes asesinos, apañados por los garantistas que pagan el lujo de su humanismo con la vida de los otros, los que mueren cada día o se refugian en sus casas enrejadas. (¡No es un boludo, es un hijo de puta!)
La ministra Argibay, que defendió emocionada ante la TV a los pobres chicos asesinos, debería estar informada de lo que pasó en 1932 en la Rusia soviética con las bandas de jóvenes criminales, producto del desastre de las campañas socializantes contra los pequeños propietarios agrarios. Eran los llamados "niños lobo". El Politburó estableció que no eran niños asesinos, sino asesinos niños que había que combatir con toda energía y luego recuperarlos, si se podía. Establecieron que eran imputables a partir de los doce años. La ministra debería leer lo que ocurrió en China en 1949 con la asunción de Mao y en Estados Unidos en los años 30. El interés prioritario por defender es la vida del inocente; luego vendrá la recuperación del criminal. ¡AL REVÉS, ANIMAL! PRIMERO LAS INSTITUCIONES DE REHABILITACIÓN SIMULTÁNEAMEN-TE CON UNA CORRECTA DISTRIBUCIÓN DE LOS INGRESOS.
Lo grotesco y la cobardía ganaron esta campaña electoral. Sin embargo, el pueblo al votar va a unificar lo que no supieron unir los políticos, cuyo egoísmo, en algunos dirigentes de la oposición, los llevó a atacar más a los de su vereda que a K mismo, pensando en posiciones para el futuro, en 2011. ¡QUÉ ILUSO O TRÁNSFUGA QUE QUIERE CHAMUYARNOS! ¿EL PUEBLO? ¿HABLA DEL PUEBLO? ¡CANALLA!
Como la única fuerza organizada ¿? y con evidente gobernabilidad nacional es el peronismo, algunos se esmeraron en crear un complot, o mejor una farsa, en la que Macri, Reutemann, Puerta, Romero, Duhalde, Rucci, Solá, los Menem, Venegas, De Narváez, Busti, los de la CTA, etcétera, no esperan otra cosa que el 29 para invitar después de su triunfo a los Kirchner a tomar champagne (o sidra, si fuera el caso). Ojalá que a la doctora Carrió no se le ocurra organizar el ágape.
Con discusión de proyectos o no, el pueblo sabrá elegir mejor que los candida-tos que apoya. Elegirá el fin de un ciclo. ¡CANALLA!
Se iniciará un período difícil y creador. La Presidenta deberá asumir la plenitud del poder con que la inviste la Constitución y abrir el gran diálogo nacional para iniciar, finalmente, el camino de arranque fecundo que esperamos de nosotros y el mundo espera de la Argentina. SE HACE EL BOLUDO. . . ¿SERÁ PORQUE SABE QUE SOMOS BOLUDOS?
Sin diálogo abierto con todos los sectores de la vida nacional, el gobierno de Cristina Kirchner quedaría en calidad de gobierno de transición. Los proble-mas son demasiado urgentes y no hay dilaciones. Se nos vienen encima las amenazas de crisis extrema que previó Kirchner cuando adelantó el plazo electoral.
Pero lo más terrible después del 28 sería la posibilidad de que un autori-tarismo benigno virara a formas intimidatorias y hasta violentas. No es de descartar, porque el llamado "modelo" puede dar motivo a una agudización chavista, en el sentido de medidas intervencionistas y movilizaciones intimi-datorias. Más allá de los conocidos grupos que puede movilizar K para trans-formar su derrota en falso triunfo plebiscitario, será de extrema importancia que la ciudadanía exprese su triunfo nacional ¿? masivamente, auto con-vocándose para demostrar en la calle su victoria. (¿CON LAS CACERO-LAS?) Esta demostración en la noche del 28 tendría un gran poder disuasivo ante la prepotencia.
El país está intacto para enfrentar con las mejores posibilidades este tiempo de crisis. La conducta aislada y superada de K no puede persistir al quedar rechazada por la gran mayoría nacional y la Presidenta queda enfrentada a la obligación de conducir con un nuevo estilo y desde el consenso imprescindible.
Una secreta fe recorre la Patria, ¿? humillada y vejada por la patanería y la incalificable destrucción de su riqueza más comerciable en esta crisis mundial y nacional. Hay que responder al amigo Gombrovicz, ¿? que se iba a Catamarca a buscar la pureza de la Argentina profunda cuando lo intoxicaba la tilinguería de Buenos Aires.
Gombrovicz: usted quería a la Argentina y se indignaba con ella, como nosotros. Pero no somos un pasado ni una rémora. Somos como esa Ferrari Testarossa que un palurdo ganó en una rifa de fin de año y no sabe ponerla en marcha. Somos un purasangre maneado que ansía lanzarse otra vez a galopar con el viento levantándole las crines y zumbándole en las orejas. Queremos volver a ser el país en el que usted desembarcó viniendo de la Polonia asolada, exterminada por el terror, y donde encontró la paz de sus partidos de ajedrez en la confitería del Rex o en La Fragata.
La Argentina quiere volver a su felicidad. A ese país primero posible y después grande que en tres décadas se ubicó entre los diez más exitosos países del mundo y donde se creó un sistema educativo que acabó con el analfabetismo en el nivel nacional, antes que Estados Unidos y la misma Francia, como lo acaba de declarar Vargas Llosa.
No queremos administradores tristes. Queremos convocarnos con un viento de fe y de grandeza. Queremos un Renacimiento y no una administración de la mediocridad. Queremos esa pasión que unió a Roca, a Yrigoyen, a Perón, a Frondizi. Un sentimiento compartido de Patria.
Las elecciones aparentemente menores del 28 de junio son para nosotros el fin de un ciclo de resentimiento y la apertura hacia esa llamarada, esa voluntad de gran destino que hizo de este país una maravillosa posibilidad de vida, pese a las contradicciones y los límites de la condición humana en su universalidad

Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea (08/02/2002).

Con lenguaje simple, que era trasmitido en traducción simultánea
a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea, el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:
"Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.
Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América
hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.
Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.
El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda
contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.
El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.
Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.
Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.
¿Saqueo?
¡No lo creyera yo!
Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.
¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!
¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!
¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa.
Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra,
lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata,
sino la indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.
Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio
de un plan "MARSHALLTESUMA", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.
Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito,
podremos preguntarnos:
¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.
Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.
Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo.
Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.
Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.
Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.
Muy pesadas son esas moles de oro y plata.
¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/ o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica ..."

EN DEFENSA DE MARADONA Por Alejandro DOLINA

"Una oyente dice:

'Estimado Dolina, ¿ya no defiende más a Maradona? ¿O acaso ya no hay ningún Sargento Cruz? Vea: Ud. ayudó a alimentar al monstruo que tan bien nos deja ante la prensa mundial. Cordialmente. Ingrid Hammer'.

Mi respuesta es SÍ.
Yo he resuelto -después de un extravío- bancar a Maradona en esto.
¿Sabe por qué? Por personas como usted.
La indignación burguesa que sucedió al exabrupto de Maradona fue totalmente patética y asqueante. Un mundo totalmente hipócrita, el mundo de la radio, donde se escucha eso mismo que Diego dijo bajo emoción violenta, pero libreteado (y en la televisión ni hablemos), ese mundo se indignó. Esos tipos se indignaron.
Y esa indignación burguesa me pone inmediatamente en la vereda de enfrente.

Y lo que un tipo dijo, obnubilado por el momento, por la emoción, por su propia historia, y por su propia condición, después fue repetido ad nauseam por todos los noticieros, con subrayados, subtitulados, duplicaciones, ampliaciones y circulación por Internet, por tipos que no estaban ni obnubilados, ni en estado de emoción violenta, ni perturbados por ninguna cosa, sino que lo planearon diecinueve mil veces.
Esos tipos ahora se ponen en la superioridad moral de preguntarme a mí si lo defiendo a Maradona.
Bueno, sí, lo defiendo. Si es contra ustedes, lo defiendo.
Lo defiendo totalmente.

Y eso de "que tan bien nos quedamos ante la prensa mundial"... ¡Cipayos provincianos que quieren quedar bien con sus supuestos amos europeos!
¡Yo no tengo ningún interés en quedar bien ante la prensa mundial! ¡No es ésa nuestra obligación!
¿Qué tenemos que quedar bien ante nadie?
¿Ante quiénes? ¿Ante gobiernos que aniquilan a sus enemigos?
¿Ante quién tenemos que quedar bien?
¿Dónde esta la Fiscalía del Universo?
¿Dónde está la reserva moral de la Humanidad?
¿En Estados Unidos? ¿En Europa?
¡Déjeme que me muera de risa, Ingrid Hammer!

Y otra cosa: muchas veces, pero muchas, en los medios se dicen cosas muy interesantes.
Yo he escuchado casi revelaciones, a veces, dichas por tipos a los que yo admiro mucho.
A veces son intelectuales, como, no sé, el finado Casullo, o Dubati, o José Pablo Feinmann, tipos que realmente tienen un pensamiento interesante.
Otras veces son artistas, o incluso locutores, del calibre de Larrea, o de Carrizo, tipos que por ahí dicen cosas con las que decís "pero mirá que bien pensó éste".
Bueno, a esos NUNCA, nunca los vi duplicados en los noticieros, con subtitulados y subrayados.
No los vi nunca porque a esta gente no le interesa el pensamiento ni la inteligencia: les interesa la BASURA.
Y entonces Maradona dice esto, y ellos lo repiten ciento diez mil veces.
Eso es un asco.

Así que ¿a qué jugamos?
¿Qué es esto? ¿Qué es esto de indignarse, de enojarse y de sorprenderse?
Lo dice un Senador de la Nación, y es un piola. Lo dice Maradona, y aparece todo el racismo, todo el desprecio por los pobres, aparecen los de siempre, los muchachos de siempre, a indignarse: ¡oh, la cultura!
¡Nuestro embajador! ¿Qué embajador?
Es Diego Maradona, viejo.
Los que tienen que ser cultos son ustedes, no él.
Él tiene que dirigir la Selección de Fútbol, y si lo eligieron a él, bueno, es ése, y no Pancho Ibáñez.

Así que sí, lo defiendo a Maradona.
Ante usted lo voy a defender siempre"

EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS

“..Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...”


Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...

Sin muchas golosinas en el paquete.
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas….
Gente a quien los golpes duros de la vida le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí: tengo prisa por vivir con la intensidad que solo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás....."


Mensaje de Mario de Andrade
(Poeta, novelista, ensayista y músico brasileño)

VIVIMOS EN DOS USAMÉRICAS - Chris Hedges

Vivimos en dos USAméricas.

Una USAmérica, ahora la minoría, funciona en un mundo letrado, basado en la palabra impresa. Puede lidiar con las complejidades, y tiene las herramientas intelectuales para separar la realidad de la ilusión.

La otra USAmérica, que constituye la mayoría, existe en un sistema de creencias basado en la irrealidad. Esta USAmérica, dependiente de imágenes hábilmente manipuladas para su información, se ha desligado de la cultura ilustrada basada en la letra impresa. No puede diferenciar verdades de mentiras.
Se informa a través de narrativas simbolísticas infantiles y clichés. La ambigüedad, los matices y la auto reflexión la sumergen en confusión. Esta división, más que la de clase, raza o género, más que la de rural y urbana, creyente o no, republicana o demócrata, ha separado al país en entidades radicalmente antagónicas e imposibles de reunir.
Hay más de 42 millones de USAmericanos adultos, 20 % de los cuales son graduados de secundaria, que no pueden leer, así como unos 50 millones que leen a nivel de cuarto o quinto grado.
Cerca de un tercio de la población es iletrada o apenas mínimamente ilustrada. Y ese número aumenta a razón de unos dos millones por año. Pero aún los supuestamente educados se refugian en grandes números en esta existencia basada en imágenes.
Una tercera parte de los graduados de secundaria, junto con 42 % de los graduados universitarios, nunca leyeron un libro después de culminar sus estudios. El año pasado, el ochenta por ciento de las familias USAmericanas NO compraron ni un solo libro.
Los iletrados rara vez votan, y cuando lo hacen no tienen la capacidad de tomar decisiones basadas en información textual. Las campañas políticas USAmericanas, que han aprendido a hablar en la reconfortante epistemología de las imágenes, substituyen las ideas y los programas políticos por frases baratas y calmantes narrativas personales.
La propaganda política ahora se disfraza de ideología.
Las campañas políticas se han convertido en experiencias que no requieren habilidades cognitivas o autocríticas. Se han diseñado para encender sentimientos seudo religiosos de euforia, empoderamiento y salvación colectiva. Las campañas exitosas son instrumentos sicológicos cuidadosamente diseñados que manipulan estados de ánimo, emociones e impulsos públicos inestables, muchos de los cuales son subliminales.
Estas campañas crean un éxtasis público que anula la individualidad y propician un estado de falta de sentido. Nos empujan a vivir un eterno presente. Mantienen una nación viviendo en amnesia permanente.
Estilo y cuento, en vez de historia y realidad, son los que informan nuestra política y nuestras vidas. Preferimos ilusiones felices, y funciona porque tanta parte del electorado, incluyendo aquellos que deberían saber más, votan por sonrisas, consignas, instantáneas familiares y la percepción de sinceridad y el atractivo de los candidatos. Confundimos nuestros sentimientos con conocimiento.
Los iletrados y semi letrados, una vez que las campañas terminan, siguen sin poder. Todavía no pueden proteger a sus niños de las escuelas públicas disfuncionales. Aún no pueden entender los préstamos predadores, las intricadas cláusulas de las hipotecas, los contratos de las tarjetas o de las líneas de crédito que los llevan a la quiebra y a la bancarrota.
Ellos siguen luchando por comprender detalles básicos de su rutina diaria como leer instrucciones de los medicamentos o llenar formas bancarias, documentos para préstamos para adquirir vehículos, planillas de beneficios por desempleo o papeles del seguro. Asisten, sin comprenderla, a la pérdida de centenares de puestos de trabajo.
Son rehenes de las marcas, que vienen con imágenes y consignas, que a su vez son lo único que entienden. Muchos comen en restaurantes de comida rápida no sólo porque son más baratos, sino porque pueden solicitar la comida a través de imágenes en vez de menús. Y quienes les atienden, también iletrados o semi letrados, marcan las órdenes en cajas registradoras cuyas teclas vienen marcadas con símbolos e imágenes. Este es nuestro nuevo mundo feliz.
Los líderes políticos de nuestra sociedad post-ilustrada no necesitan más ser competentes, sinceros u honestos. Sólo necesitan aparentar tener estas cualidades. Más que todo, necesitan una historia, una narrativa. La realidad de ese cuento es irrelevante, y puede ser completamente opuesta a los hechos: la consistencia y el atractivo emocional de esa narrativa es lo que cuenta.
La habilidad más esencial en el teatro político y en la cultura del consumo es el artificio. Los que dominan el artificio tienen éxito, los demás fallan. En una era de imágenes y entretenimiento, en una era de gratificación emocional instantánea, nosotros no buscamos ni queremos honestidad.
Pedimos ser mimados y entretenidos con clichés, estereotipos y narrativa mítica que nos diga que podemos ser quienquiera que queramos, que vivimos en el país más grandioso de la Tierra, que estamos provistos de cualidades físicas y morales superiores y que nuestro glorioso futuro está predeterminado, sea por nuestros atributos como USAmericanos o porque somos bendecidos por Dios, o ambos.
La habilidad de amplificar estas sencillas e infantiles mentiras, la de repetirlas y tener otros substitutos repitiéndolas en un ciclo interrumpido de círculos noticiosos les da a estas mentiras la cualidad de una verdad incontrastable. Se nos alimenta repetidamente con palabras y frases como "Sí, sí podemos", "rebelde", "cambio", "Pro-vida", "esperanza" o "guerra contra el terrorismo".
Es tan dulce el no tener que pensar. Todo lo que tenemos que hacer es visualizar lo que deseamos, creer en nosotros mismos y convocar esos ocultos recursos interiores, sean divinos o nacionales, que hacen que el mundo se amolde a nuestros deseos. La realidad nunca es impedimento para nuestra superación.
The Princeton Review analizó las transcripciones de los debates Gore-Bush, los de Clinton-Bush-Perot en el '92, los de Kennedy-Nixon del '65 y los de Lincoln-Douglas de 1858. Se revisaron las transcripciones con una prueba de vocabulario referencial que indica el mínimo nivel educativo requerido para que un lector pueda entender el texto. Durante los debates del 2000, Bush habló a nivel de sexto grado (6.7) y Al Gore a nivel de séptimo grado (7.6).
En los debates de 1992, Clinton habló a nivel de séptimo grado, mientras que George H. W. Bush y H. Ross Perot lo hicieron a nivel de sexto (6.8 y 6.3 respectivamente). Kennedy y Nixon se expresaron en lenguaje de décimo grado.
Los debates de Abraham Lincoln y Stephen A. Douglas se manejaron a nivel de 11.2 y 12.0. En pocas palabras, la retórica política de hoy está diseñada para ser comprensible a un niño de 10 años o a un adulto con nivel de comprensión de lectura equivalente al de sexto grado.
Se ajusta a este nivel de comprensión porque la mayoría de los USAmericanos hablan, piensan y se entretienen a este nivel. Por esta razón es porqué las películas serias y el teatro y otras manifestaciones artísticas serias, así como periódicos y libros, están siendo empujados al borde de la sociedad USAmericana. Voltaire fue el hombre más famoso del siglo dieciocho. Hoy la "persona" más famosa es Mickey Mouse.
En nuestro mundo post-letrado, debido a que las ideas son inaccesibles, hay una constante necesidad de estímulo. Noticias, debate político, teatro, arte y libros se evalúan no en base al poder de las ideas sino en la capacidad de entretener.
Los productos culturales que nos obligan a examinarnos a nosotros mismos y a nuestra sociedad son condenados por elitistas e impenetrables. Hannah Arendt alertó que la mercantilización de la cultura lleva a su degradación, que crea una nueva clase de celebridades intelectuales que, a pesar de ser ilustrados y bien informados, ven su rol en la sociedad, el de persuadir a las masas, que "Hamlet" puede ser tan entretenido como "El Rey León", y quizás también igualmente educativo. "La cultura", escribió, "está siendo destruida para producir entretenimiento".
"Hay muchos autores del pasado que han sobrevivido siglos de olvido y negligencia," sigue Arendt, "pero es aún una incógnita saber si sobrevivirán una versión entretenida de lo que trataron de transmitir."
El cambio de una sociedad basada en la escritura a una basada en las imágenes ha transformado nuestra nación. Enormes segmentos de nuestra población, especialmente aquellos que viven en el regazo de la derecha cristiana y de la cultura del consumo, están completamente desligados de la realidad.
Ellos carecen de la capacidad de indagar en busca de la verdad y de afrontar racionalmente nuestras crecientes enfermedades sociales y económicas.
Ellos buscan claridad, entretenimiento y orden, y están dispuestos a usar la fuerza para imponer esa claridad a otros, particularmente a aquellos que no hablan o piensan como ellos.
Todas las herramientas tradicionales de las democracias, incluyendo la verdad científica e histórica libre de pasiones, los hechos, las noticias y el debate racional son instrumentos inútiles en un mundo que no posee la capacidad de usarlos.
A medida que descendamos en una devastadora crisis económica, que Barack Obama será incapaz de detener, habrá decenas de millones de USAmericanos que serán despiadadamente puestos de lado. Mientras sus casas sean confiscadas por incumplimiento de pago, mientras pierden sus trabajos, mientras sean forzados a declararse en quiebra y vean sus comunidades colapsar, se retraerán aún más en la fantasía irracional.
Van a ser conducidos hacia rutilantes y autodestructivas ilusiones por nuestros modernos encantadores, nuestros anunciantes corporativos, nuestros predicadores charlatanes, nuestras celebridades de los noticieros televisivos, nuestros gurúes de autoayuda, nuestra industria del entretenimiento y nuestros políticos demagogos, quienes ofrecerán formas cada vez más absurdas de escapismo.
Los valores medulares de nuestra sociedad abierta, la capacidad de pensar por sí mismos, de expresar disenso cuando el juicio y el sentido común indican que algo está errado, de ser autocríticos, de confrontar la autoridad, de entender los hechos históricos, de discernir entre verdades y mentiras, de luchar por el cambio y reconocer que hay otros puntos de vista, diferentes maneras de ser que son moralmente y socialmente aceptables, están muriendo.
Obama usó centenares de millones de dólares de los fondos de campaña para cautivar y manipular esta irracionalidad y falta de ilustración a su favor, pero esas fuerzas serán su más mortal Némesis cuando colindan con la horrorosa realidad que nos espera.-

UNA RESPUESTA PARA ALICIA PIERINI - Por León Ferrari

Dado que entre sus funciones apareció la de administrar los pedidos de disculpas de supuestos agraviantes a agraviados, ¿no le parece que como defensora del Pueblo, o de una parte del pueblo, debiera también ocuparse de la otra parte y pedirle a la jueza que se disculpe por impedirle ver, juzgar, aceptar o rechazar las obras que usted y la jueza pudieron ver, es decir que se disculpe por impedir ver arte o lo que sea, sin juezas, sin tutores ni defensoras del pueblo entremedio..???
Por si usted defiende a otras comunidades, además de la que incluye a los feligreses que perturbaron la muestra (pasan muchas cosas en esta ciudad, ¿hay otros casos en los que esa Defensoría haya gestionado pedidos de disculpas?), le informo que en las iglesias se leen y comentan pasajes del Nuevo Testamento, que reiteran, 40 años después de la Declaración conciliar Nostra aetate - donde, corrigiendo el argumento central de la discriminación a los judíos, se afirma que no es cierto que los judíos de entonces y los que vivieron en los dos milenios de la era cristiana, sean responsables de la muerte de Jesús - la acusación de deicidio que aquella Declaración rechaza.
En el Calendario Litúrgico para el 2004, se establece que en Pascua deben comentarse seis de los versículos que originaron esa acusación. En la última Pascua, según el Calendario Litúrgico del 2004, se leyeron y comentaron los siguientes versículos:

Lunes 12 de abril: Hch 2,23 (Pedro): “Israelitas, escuchad: A Jesús de Nazaret (...) lo matasteis, crucificándolo por manos de los inicuos”

Martes 13: Hch 2,36 (Pedro): “A este Jesús a quien vosotros habéis crucificado”

Jueves 15: Hch 3,13-15 (Pedro): “El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, el cual vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Mas vosotros, al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que os diesen un homicida; y matasteis al Autor de la vida...”

Lunes 19: Hch 4,27: “Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los pueblos de Israel”

Jueves 22: Hch 5,30 (Pedro): “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero”

Jueves 6 de mayo: Hch 13,27 (Pablo): “Porque los moradores de Jerusalén y sus príncipes no le reconocieron y, al condenarle, se cumplieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado; pues, sin haber hallado causa alguna de muerte, pidieron a Pilato que le hiciese morir. Y así cumplieron todo lo escrito acerca de El”

Pierini: ¿Cómo califica esta actividad en las iglesias?
¿Usted cree que puede ser considerada agraviante para la comunidad judía?
El Calendario mencionado ha sido publicado por la Conferencia Episcopal Argentina. ¿Usted cree que sería oportuno que usted le pida al presidente de ese organismo, cardenal Jorge Bergoglio, un desagravio público ante aquella comunidad?
¿O pedirle que, ya que no parece posible eliminar del Nuevo Testamento esas ideas, la Iglesia debiera abstenerse de repetirlas o, por lo menos, invitarla a que no las incluya en el Calendario?

(La defensora del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini, reclamó que el gobierno porteño hiciera un desagravio a la comunidad cristiana por haber exhibido la muestra de Ferrari.)

Página 12 del 24/12/04

Carta a Marcelo Tinelli (showman de la televisión argentina)

Marcelo: ¡sí hay un lugar donde vivir!
Venite.

Estimado Marcelo: luego de escuchar tus declaraciones en el programa de Rial, donde tan claramente exponés la pesadilla que están viviendo vos y otras personas en Buenos Aires y coincidiendo plenamente con tus expresiones de:

"La entiendo perfectamente a Susana (Giménez), si me mataran un ser querido también pediría la pena de muerte, y yo también estoy cansado de los derechos humanos a los presos".

"La gente ya no sabe como vivir, ni siquiera nos podemos mudar porque ¿adónde vas a ir? Todo el país es inseguro".

"Hoy te matan por el pancho y la Coca (Cola)".

"Miramos el país como si fuera una película, nadie se hace cargo de nada. Yo no digo que hay que hacer la ley bruta pero algo hay que hacer".

"La inacción es lo que genera todo esto, y nos estamos acostumbrando a tres o cuatro muertes por día que aparecen en los medios y ésas son solo las que aparecen. Hay decenas, cientos de muertes más. Acá nadie se hace responsable de las cosas".

“Salís a la calle y te matan a vos, a tu hijo, de seis tiros. Vos vivís en un country cerrado, en un edificio con rejas, y los delincuentes andan sueltos”…
”Nosotros no tenemos que encargarnos de esto (...); nosotros damos trabajo a la gente, entretenemos. ¿Por qué tenemos que estar controlando la cuadra, la casa, el barrio? Pagamos nuestros impuestos para que alguien vele por nosotros"

Un grupo de vecinos del asentamiento El Chorizo, ubicado en una zona rural de la provincia de San Juan, sensibilizados por tus palabras, nos reunimos en asamblea y decidimos darte una solución. Nuestro barrio es humilde, te aclaramos, pero no hay inseguridad. O por lo menos la inseguridad que sufres vos en la gran ciudad. Si la memoria no nos falla aquí no han matado a nadie. Por lo tanto hemos decidido, por unanimidad, darte un lugarcito en nuestra barriada.

Hemos decidido esto porque ninguno de nosotros olvida tu valioso trabajo de “entretenimiento” durante casi las dos últimas décadas. Que coinciden con las más duras recordadas por muchos de nosotros. De hecho, nuestro asentamiento está ubicado en las antiguas vías del ferrocarril. ¿Te acordarás Marce del Ferrocarril? Ese que en los ‘90, cuando empezabas tu carrera meteórica, Neustadt nos “aleccionaba”, no nos “entretenía”, diciéndonos que había que privatizarlo porque nosotros, o el estado, tenía que subvencionarlo. Hasta que por suerte desapareció. El ferrocarril, digo. Sin embargo pasó algo curioso. Muchos perdieron el trabajo, otros la forma de transportarse y por ende el trabajo y otros que vivían de los que vivían gracias al tren también perdieron el trabajo.
Dicen que un millón de personas tuvieron que emigrar a las ciudades. ¿Será cierto?
Pero lo más increíble es que el Estado, o sea nosotros, seguimos subvencionándolo. Sí, podes creer, vos, yo, nosotros, los que pagamos impuestos.
Pero no todas fueron pálidas, algunos salimos ganando. Gracias a Menem que lo hizo, Neustadt que nos lo vendió y vos que nos sacaste la mufa, ahora tenemos donde vivir.
Fueron épocas duras, pero por suerte vos estabas allí para entretenernos.
¿Te acordarás Marce en los ‘90 cuando abrieron los mercados y cerraron las fábricas?
¿Cuando privatizaron YPF y se popularizaron los piquetes? Si, te debes acordar.
Era cuando el 1 a 1 que te permitía mandar los muchachos que trabajaban con vos a otros países para burlarse de los lugareños.
Qué gracioso..!!!
Después de buscar laburo todo el día, llegábamos a nuestro rancho para poder verlos y divertirnos junto con ustedes.
¿Que boludos los italianos, no?
Qué divertido..!!!
Y menos mal que estabas vos para entretenernos.
Por habernos entretenido tanto en esos amargos momentos es que te haremos un lugarcito en nuestro asentamiento. Ya hablamos con el puntero de turno y nos dijo que solo te cobrará $500 por la parcela. Si nosotros pudiéramos te ayudaríamos, pero nos agarra en mal momento porque ya hicimos la tómbola para buscar fondos para la operación de Yésica. La Yesi es hija de una niña de 14 años desnutrida, que nació con una malformación.
Marce: ¿Sabías que en Argentina mueren 20 niños por día por desnutrición?
¿Casi una tragedia no?
Pero volvamos a la tómbola. No nos quedó otra porque como te imaginarás, la Yesi no tiene obra social, y en el hospital no tienen insumos.
Esto también empezó en los ‘90 Marce.
¿Te acordarás?
Era cuando mostrabas las chicas pulposas.
Qué buenas estaban, Marce..!!!
Parece que estábamos demasiado entretenidos porque llegaron unos tipos de unos organismos internacionales que nos decían que para pagar la deuda externa había que bajar los gastos en salud y educación.
¿Te acordarás?
Parecía un blooper de Video Match.
Tal vez no te acuerdes, y lo entiendo, porque no podés estar en todas: buscando gente de quien burlarte, chicas que quieran mostrar los pechos por unos pesos, coordinar con los del programa, la publicidad, la fama.
Lo de la educación no nos importa tanto. Por aquí ya casi nadie va a la escuela.
¿Sabías Marce que en la Argentina para el 2001 no superaban el 25% los jóvenes entre 20 y 24 años con secundaria completa?
Igual, a nosotros no nos complica, porque para cosechar uva, tomate y trabajar en la construcción no nos exigen la secundaria. De hecho, menos mal que ni siquiera nos exigen la primaria o saber leer y escribir. Menos mal Marce, sino estaríamos realmente jodidos.
Tu parcelita estaría al lado de la de los Carrizo. Son buena gente. Si hubiera trabajo trabajarían de seguro. Don Carrizo toma mucho, pero nunca le ha pegado a nadie que no sea su mujer o sus hijitos. Dicen que se puso malo desde que Carlos, el hijo mayor, tuvo el accidente. Se cayó del camión de la cosecha y lo aplastó el trailer. La policía no sabía si ponerlo como accidente de tránsito o de trabajo.
¿Sabías Marce que en el 2008 murieron más de 8100 personas en accidentes de tránsito? ¿Y que en ese mismo año murieron más de 1000 en accidentes de trabajo? Es impresionante. ¿No Marce? Pareciera un castigo de Dios. Igual a Carrizo no le importó como lo anotaron, solo le importó que Carlos muriera y dejara su novia e hijita desamparadas.
Volvamos a tu parcelita Marce. Es la más alta del asentamiento, por lo que es improbable que se te inunde en la época de lluvia. Igual, en San Juan no llueve mucho. No hay agua potable, pero por unos pesos te llenan unos tachos y listo. Lo que si, tenés que asegurarte unos mangos a fin de semana para tal fin.
Tampoco creo que tengas problema en conseguir trabajo. Tal vez puedas ser locutor de radio. Aquí son tan malos que lo único que hacen es imitarte a vos. Llegás a venir vos y los flacos se tienen que hacer vecinos nuestros. Quedarían, realmente, en la lona. ¿Como no le van a dar trabajo a Marcelo Tinelli? Educado (¿terminaste la secundaria vos, no?), blanco, alto, con toda la facha y la mosca. ¿Como hiciste Marce para que te vaya tan bien cuando la mayoría de los argentinos quedaba en Pampa y la vía? Y después la mayoría en la pampa y nosotros en la vía (ja, un chistecito de los tuyos).
Qué capo sos Marce!! Te confieso que por momentos te tengo envidia. Pero nunca como para matarte, tranquilo.
Hablando de muerte, acá me recuerda doña Carmen que si hubo un hecho de sangre. No en nuestro asentamiento, pero el Sordo, como le decían, era vecino nuestro. Lo mató la policía un día que se escapaba con un televisor y un DVD robados. Le gritaron: ¡ALTO!, pero no escuchó. No lo comentaron ni en las radios pedorras de acá. Se le había roto el suyo y quería verte, cueste lo que cueste, decía. Eras su ídolo. Igual, como dice la Su: el que roba tiene que morir. ¿O el que mata? Bueno, no sé, alguien siempre muere de todas maneras.
Bueno Marce, no queremos distraerte más con cosas sin importancia. Sabemos que pronto contaremos con tu vecindad, ya que si bien es una comunidad humilde, se aleja mucho del infierno de vivir en un country encerrado y al acecho de una turba de mal vivientes esperando arrebatarte la vida.

Un afectuoso saludo, te esperamos…

Vecinos de El Chorizo

PD: Acá comemos panchos, pero con Tuya (Cola). La vida vale mucho menos.

Hermanos que hoy se odian

Alvear se aloja en una casa de Bedford Square, a un costado del Museo Británico. Es una zona elegante, donde habitan abogados y peces.
Dicen que esta noche Alvear irá a la Opera Italiana, donde Gioachino Rossini, que se halla en Londres, dirigirá El Barbero de Sevilla. El General no quiere encontrarse con su viejo camarada y Alvear prefiere no ver a San Martín.
Hace trece años partieron juntos de aquí, rumbo al Río de Plata. Viajaron en la fragata George Canning, y al llegar a Buenos Aires quedaron hermanados en la Logia Lautaro. Poco después dieron por tierra con el Primer Triunvirato, y 26 días más tarde, cuando San Martín desposó a Remedios, Alvear fue el padrino de velación.
Hoy, Alvear abomina a San Martín por "su tiranía y crueldades en Chile; su carácter detestable; sus tendencias al absolutismo; su cobardía en las funciones de guerra en Chile y Perú; sus irregularidades en Lima, su conducta en la familia en la que se ha enlazado en Buenos Aires y con su esposa, Doña Remedios de Escalada".
El distanciamiento comenzó en 1813, cuando Alvear presidió la Asamblea del año XIII. Esa Asamblea no declaró, como San Martín pretendía, la defini¬tiva independencia de las Provincias Unidas.
Tampoco estableció un régimen de gobierno que, haciendo partícipe al interior, diera cohesión al nuevo Estado.
No sólo eso: rechazó, con argucias, los diplomas de los diputados orientales, que obedecían a Artigas.
San Martín temía que un gobierno centralista, renuente a la independencia y ofuscado con Artigas, terminara obsequiándole las Provincias Unidas a Portugal o Inglaterra.
El temor creció cuando la Asamblea, además de concentrar el poder en un solitario Director Supremo, nombró como tal a un tío de Alvear, Gervasio Antonio de Posadas. Éste declaró traidor a Artigas y le puso precio (6.000 pesos) a su cabeza.
Se gestaba así una dictadura porteña, ante la cual se alzarán Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, unidas a los orientales de Artigas en la Liga de los Pueblos Libres.
Fue para luchar contra esa liga que, años después, los gobiernos porteños le reclamaron infructuosamente a San Martín su retorno a la patria.
De cualquier manera, la relación con Alvear se dañó, pero no se fracturó, en el 13. Fue Posadas, en definitiva, quien designó a San Martín Gobernador de Cuyo, permitiéndole "establecerse en Mendo¬za", como preveía Maitland.
La ruptura se produjo cuando Alvear, sucesor de su tío en 1815, pretendió hacer de las Provincias Unidas un protectorado in¬glés.
Eso probó que San Martín había interpretado bien las señales, aunque su presagio no había llegado al extremo de anticipar que Al¬vear pudiera escribirle al Primer Ministro inglés: "Estas provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Ellas se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pue¬blo inglés, y yo estoy dispuesto a sostener tan justa solicitud para li¬brarlas de los males que las afligen. Es necesario que se aprovechen los momentos, que vengan tropas que impongan a los genios díscolos,y un jefe autorizado que empiece a dar al país las formas que sean del beneplácito del rey y de la nación, a cuyos efectos espero que V.E. me dará sus avisos con la reserva y prontitud que conviene preparar oportunamente la ejecución".

SE NOS FUE JORGE CANOVA (Raúl Tellechea)

Se está yendo este año desgraciado, este año de mierda que se llevó tantas cosas.
Estoy todavía dando vueltas alrededor de la idea de que se fue Jorge Canova, y no hay forma de encontrar un porqué...
No la hay.
No debe haberla.
El misterio se repite, y los que tienen fe pueden encontrar razones que hablan del cielo y qué se yo cuántas cosas improbables en esta hora.
Lo concreto, lo inamovible, es que Jorge no está más entre nosotros.
Lo demás, es cartón pintado.
El problema de los que no tenemos fe es que siempre, desgraciadamente siempre, en estos momentos nos falta una herramienta para desatar el consuelo de algo que no puede explicar nadie desde lo racional.
Y nos sentimos un poco más solos que el resto.
No voy a hacer una apología de mi amistad con Jorge, porque nunca adquirió el carácter de tal, debido a que no tuvimos oportunidad de compartir muchas más cosas de las que hemos compartido nosotros.
Pero siempre sentí algo especial por él: era un buen tipo, traslúcido, se percibía en seguida que era así, natural.
Siempre fue, para mí, un ejemplo de un tipo guapo, pero guapo en el sentido valioso de la palabra, no un matón.
Siempre lo vi junto a los que estaban con él, especialmente en las malas, donde era un tipo bravo como el que más.
Y tipos como él me han servido de ejemplo de lo que quise transmitirle alguna vez a mis hijos, aunque parezca extraño.
Puedo decir con orgullo que el ÚNICO trofeo que gané en mi vida al fútbol lo gané con Jorge. El patio de San Alfonso fue testigo.
Y el trofeo lo tengo yo, después de muchos años de buscarlo.
Y fue una alegría verlo ser técnico campeón con Midland, tanto como para tirar al carajo mi decisión de no ir más a la cancha y terminar en un lugar jodido si los hay, como es Libertad, o la misma cancha de Estudiantes en La Plata, donde no nos importaron algunos tiros que volaban por ahí... Lo íbamos a ver a Jorge, nada más. De alguna forma, nos sabíamos leales, incondicionales.
Entendíamos que ese era el lugar en donde debíamos estar.
Habíamos crecido con esas consignas en el barrio. No tiene importancia si están escritas; no creo, no hay manual de eso.
Se aprenden en muchas noches compartidas, en madrugadas donde tejemos una amistad que no hay forma de describir. O sí. Los amigos que se amasan en esas circunstancias son hermanos elegidos por uno. Allí no hay sangre que valga.
Y Jorge era eso: un hermano grande, que nos contagiaba con esa risa imponente, esos dientes de ratón y los ojos chiquitos, que nos cuidaba cuando alguien nos podía poner en peligro, el tipo con el que íbamos seguros a cualquier parte, no importa dónde.
Y bueno, así son las cosas.
No habrá consuelo para el hecho de no poder cruzarlo otra vez, acá, entre nosotros.
La vez que fuimos a verlo a Midland, percibí, sentí, que algo se había apagado en él, que no era el mismo que exteriorizaba todo, ampuloso. Me mentí que, bueno, el paso del tiempo, nos aplaca a todos, y qué se yo cuánta pavada.
Pero no me pude engañar. Para mí, Jorge había dejado un cacho de vida cuando se fue Emiliano. Y no podría saber ninguno de nosotros (ojalá nunca lo sepamos...) qué se siente en una circunstancia así.
Pero a mí me pareció verlo.
No quiero recordarlo con tristeza. Jorge no era un triste.
Hoy voy a levantar mi copa por él. En alguna estrella andará, riéndose con Lea y su mandolín, con mi viejo peleando con los basureros del cielo, con Emiliano y su pachorra, con Negri al arco, esperándonos para que subamos a jugarnos un picado, con los amigos de siempre.