NUEVO ESPACIO PARA COMPARTIR

En esta foto se ven las montañas "abriendo sus puertas" para que entre la ruta y el río juntos al pueblo, quizás el más lindo de la Argentina, colgado al pie de esa piedra impresionante que es el cerro Fitz Roy.
Ese pueblo que nos invita a pasar es El Chaltén, en la patagónica Santa Cruz.
Esta página, es como esa puerta, que permite mirar en el lugar en que subo algunas de las cosas de mi archivo personal, que me acompaña a todas partes. La mayor parte de ellas, pertenecen a otra gente; otras, las menos, son propias.
Algunas, a algunos cercanos a mi vida, a mis afectos. A una parte de ellas, algunos hábiles talentosos les han puesto música.
Otras no la precisan.
Seguiré buscando y subiendo otras cosas por allí, nuevas y no tanto, las que de a poco se irán haciendo mías también.
Espero que las disfruten tanto como las disfruto yo.
Y si quieren subir algún comentario, será bienvenido..!
(rt)




viernes, diciembre 10, 2010

Y SIN EMBARGO, de Rafael de León y Antonio Quintero

Me lo dijeron mil veces, pero nunca quise poner atención.
Cuando llegaron los llantos ya estabas muy dentro de mi corazón.
Te esperaba hasta muy tarde, ningún reproche te hacía, lo mas que te preguntaba era que si me querías. Y bajo tus besos en la "madrugá", sin que tu notaras la cruz de mi angustia solía cantar:

"Te quiero más que a mis ojos, te quiero más que a mi vida,
más que al aire que respiro y más que a la mare mía.
Que se me paren los pulsos si te dejo de querer,
que las campanas me doblen si te falto alguna vez.
Eres mi vida y mi muerte, te lo juro compañera.
No debía de quererte, no debía de quererte... y sin embargo, te quiero. ”

De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría
por ti la vida entera, por ti la vida entera;
y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves,
te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado, tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos
sólo calan los besos que no has dado, los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo,
cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado,
y si te vas me voy por los tejados, como un gato sin dueño,
perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.

No debería contarlo y, sin embargo, cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo un buen champán francés
y cena con velitas para dos, siempre es con otra, amor,
nunca contigo, bien sabes lo que digo.

Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas.

Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta,
y ramos de rosas con espinas, pero dos no es igual que uno más uno,
y el lunes al café del desayuno vuelve la guerra fría,
y al cielo de tu boca el purgatorio, y al dormitorio el pan de cada día.