NUEVO ESPACIO PARA COMPARTIR

En esta foto se ven las montañas "abriendo sus puertas" para que entre la ruta y el río juntos al pueblo, quizás el más lindo de la Argentina, colgado al pie de esa piedra impresionante que es el cerro Fitz Roy.
Ese pueblo que nos invita a pasar es El Chaltén, en la patagónica Santa Cruz.
Esta página, es como esa puerta, que permite mirar en el lugar en que subo algunas de las cosas de mi archivo personal, que me acompaña a todas partes. La mayor parte de ellas, pertenecen a otra gente; otras, las menos, son propias.
Algunas, a algunos cercanos a mi vida, a mis afectos. A una parte de ellas, algunos hábiles talentosos les han puesto música.
Otras no la precisan.
Seguiré buscando y subiendo otras cosas por allí, nuevas y no tanto, las que de a poco se irán haciendo mías también.
Espero que las disfruten tanto como las disfruto yo.
Y si quieren subir algún comentario, será bienvenido..!
(rt)




jueves, marzo 17, 2011

DE VEZ EN CUANDO LA VIDA, de Joan Manuel Serrat

De vez en cuando la vida nos besa en la boca,
y a colores se despliega como un Atlas,
nos pasea por las calles en volandas,
y nos sentimos en buenas mano.

Se hace de nuestra medida, toma nuestro paso
y saca un conejo de la vieja chistera
y uno es feliz como un niño
cuando sale de la escuela.

De vez en cuando la vida toma conmigo café,
y está tan bonita que da gusto verla...!
Se suelta el pelo y me invita
a salir con ella a escena.

De vez en cuando la vida se nos brinda en cueros,
y nos regala un sueño tan escurridizo
que hay que andarlo de puntillas
por no romper el hechizo.

De vez en cuando la vida afina con el pincel:
se nos eriza la piel y faltan palabras,
para nombrar lo que ofrece
a los que saben usarla.

De vez en cuando la vida nos gasta una broma
y nos despertamos sin saber qué pasa,
chupando un palo sentados,
sobre una calabaza...

DEJAD QUE CANTE EL MUCHACHO, de Joan Manuel Serrat

No pienses que tiene nada contra ti,
si te atropella por la calle y no te dice adiós,
es porque no te vió.
No hables de ingratitud...!
Sabes que estima tu compañía en lo que vale.
No es que se haya vuelto imbécil
de repente,
a juzgar por esa estúpida sonrisa.
Ni creas que se confunde si te llama Margarita .
Es difícil, pero trata de entender
que no se le rompe el alma aunque le veas llorar,
ni juega sucio por no decir la verdad,
ni oculta nada porque esconda algunas cosas.
Dale tiempo, y disculpa la soberbia
de quien se siente un hombre afortunado...!
Dejad que cante el muchacho
ese que se ha enamorado